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Octavio Pizarro, entre Paris y Santiago de Chile

Por Cynthia Ijelman

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Moda

Octavio Pizarro ha sabido adaptar su marca al modo francés, poniendo su impronta latinoamericana en la sofisticación de sus creaciones. Instalado en París desde hace 20 años, el diseñador chileno sigue sumando desafíos a su carrera y divide sus actividades comerciales entre su país de origen y Francia.

El diseñador cuenta con el apoyo de la “Federation Francaise de la Couture”. Esto le ha permitido, entre otras cosas, generar nuevos clientes en países como Alemania, Austria y Japón. Allí vende en tiendas multimarca especializadas en el Prêt-à-porter de lujo.

Pizarro ha mostrado sus propuestas en algunos de los eventos de moda más importantes de la industria. “La temporada pasada decidimos presentar la colección en la Semana de la Couture y fue muy bueno. Estaban mis clientas francesas y la prensa latinoamericana. Las críticas fueron súper buenas. La próxima temporada vamos a presentar invierno en la Semana Prêt-à-porter y es posible que hagamos una cápsula couture”, dijo Pizarro.

El diseñador también atiende de manera personalizada en su estudio de Paris y en su showroom de Santiago de Chile, donde viste a las mujeres más importantes de la vida social del país. “Mis clientas tienen un hilo conductor: son mujeres de carácter fuerte que no quieren pasar desapercibidas. Son sexies pero elegantes y frívolas pero intelectuales. En mi trabajo siempre está esta dualidad, los contrapuntos. Yo soy muy de ir al extremo y eso se define en mi trabajo y en mis clientas”, comentó.

Pizarro ha tenido la capacidad de aprovechar su presencia en Francia y su origen chileno para posicionarse en ambos lugares: “Para mí Europa es fundamental para el crecimiento de la marca. Nosotros estamos mirando a Latinoamérica. Lo hice durante la crisis económica en Europa en 2007. Dije bueno voy a mirar del otro lado, Chile estaba fantástico e instalamos el showroom y tuvimos muy buena recepción”, explicó.

Actualmente, está trabajando por primera vez en una colaboración que hará junto a una importante cadena de tiendas en Latinoamérica. Además, ha anunciado que a comienzos del mes de noviembre lanzará su punto de venta online para poder llegar con su propuesta a todo el mundo.

La construcción de una marca

Después de estudiar en Francia, Octavio Pizarro trabajó en diferentes casas parisinas, desde las tradicionales Jean Louis Scherrer y Jacques Fath, hasta las de línea más comercial como Guy Larroche.

Hace ocho años decidió lanzarse con su propia marca de accesorios sobre la que trabajó mucho para darle una identidad: “Siempre había diseñado para otros, así que hice como un revival de lo que era yo, de mi vida y mis raíces. Me dije: Yo soy latinoamericano, yo quiero que haya una parte de mi trabajo que sea latina, utilizar materiales latinoamericanos pero de una manera muy sofisticada y a la francesa. Así nacieron esas colecciones con las que tuve presencia en algunas de las mejores tiendas del mundo”, señaló.

Cinco años después Pizarro tuvo la necesidad de “vestir a la mujer completa”: “Decidimos lanzar ´Octavio Pizarro Paris´ donde hacemos colecciones Prêt-à-porter de lujo. Gran parte se produce en Francia y una pequeña porción, en Chile”. Entre sus piezas íconos, están los ponchos y los foulardes de alpaca trabajados artesanalmente.

Con un estilo distintivo donde el negro es el favorito, Pizarro toma como temas de inspiración para sus colecciones al arte cinético, la geometría y los años 70. El tejido de punto está muy presente en su propuesta: “Soy un diseñador autodidacta en punto. El punto hecho a mano te da ese toque perfecto que de vez en cuando yo le critico a la alta costura, que puede ser demasiado exagerada. Lo muy sofisticado mezclado con la lana se ve muy bien y eso es lo que me ha gustado mucho trabajar estos últimos años. Es una manera de experimentar con materiales, inventar cosas y transformarlas”, dijo.

Pizarro aún mantiene la frescura de la novedoso, sigue reinventándose y todavía se sorprende: “Es increíble porque mujeres que yo pensé que nunca se pondrían algunas de mis cosas, hoy me las piden”.