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Puig recupera terreno en Bolsa a las puertas de la presentación de resultados

Por Jaime Martinez

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Empresas|Análisis
Interior de las oficinas centrales de Puig en L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona (España). Credits: Puig.

Madrid – El próximo lunes, 28 de abril, la multinacional española de la moda y la belleza Puig presentará, al cierre de los mercados, los resultados del primer trimestre de su ejercicio de 2025. Una cita a la que hará frente la compañía tras recuperar buena parte del terreno que sus acciones han venido cediendo en el parqué durante estos últimos, y más que agitados, meses, marcados por las inestabilidades provocadas por la guerra arancelaria iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump.

Marcando como punto de inicio para este último análisis sobre el rendimiento de las acciones de Puig en el mercado justamente esa semana del 2 de abril durante la que los mercados terminarían por convulsionar tras la presentación de la nueva política arancelaria para los Estados Unidos decretada por la Administración Trump, Puig abría esa misma semana con sus acciones saliendo a cotizar en la cota de los 16,32 euros la acción, experimentando ya un ligero retroceso sobre los 16,52 euros a los que cerraban la jornada de cotización del viernes 28 de marzo (-1,21 por ciento). Una caída que a lo largo de esa jornada del lunes 31 de marzo no hacía más que ensancharse, hasta cerrar en los 15,74 euros la acción (-4,72 por ciento), para entonces un nuevo mínimo máximo para el valor de las acciones de la compañía española.

Afectadas por las incertidumbres que ya para entonces estaba generando la próxima cita del 2 de abril, para la que el presidente estadounidense había prometido presentar una serie de medidas de calado destinadas a revitalizar el tejido industrial estadounidense, y por unas declaraciones del mismo presidente ejecutivo de la compañía, Marc Puig, desde las que avanzaba que el grupo trataría de compensar parte del efecto de los aranceles vía subida de precios a sus productos en los Estados Unidos, una vez presentado finalmente ese plan de “aranceles recíprocos” a las importaciones a los Estados Unidos, las acciones de la compañía terminaban entrando en barrena, bajando a la cota de los 14 euros por primera vez el viernes 4 de abril, y hasta marcar un último mínimo máximo, el miércoles 9 de abril, en los 14,10 euros. Una valor que dejaba a sus acciones depreciándose un -14,65 por ciento frente a los 16,52 euros del viernes 28 de marzo, así como en hasta un -42,45 por ciento sobre los 24,50 euros a los que salieron a cotizar las acciones de Puig desde su salida a Bolsa del 3 de mayo de 2024.

Tras apuntarse ese mínimo máximo durante esa semana de vértigo en los mercados, una vez que el presidente estadounidense terminaba por anunciar la “pausa” de 90 días en la aplicación de la nueva política arancelaria a las importaciones a los Estados Unidos, con aranceles “relajados” y asimétricos para sus principales socios comerciales, el valor de las acciones de Puig comenzaba a tirar al alza, protagonizando una escalada que se terminaba por ver interrumpida por la presentación, el lunes 14 de abril, de los resultados trimestrales de la compañía francesa LVMH. Holding internacional de referencia en el sector del lujo, cuya caída de facturación durante el primer trimestre de su nuevo año fiscal (-1,85 por ciento) terminaba por afectar al valor de cotización de las grandes cotizadas del lujo, entre ellas una Puig que llegaba a dejarse en Bolsa el -4,41 por ciento del valor de sus acciones durante esa misma jornada, después de que sus acciones pasaran de los 15,65 a los 14,96 euros la acción. Un golpe del que el valor de las acciones de la multinacional ya ha logrado recuperarse, con unos títulos que, a falta de cómo terminen evolucionando a lo largo de esta última jornada de viernes, cerraban la última sesión de cotización de este jueves 24 de abril en los 16,11 euros la acción. Un valor que supone un aumento de un +14,25 por ciento sobre ese mínimo máximo en los 14,10 euros que llegaron a marcar hace escasamente dos semanas, como resultado de una acelerada recuperación del valor de unas acciones que, eso sí, todavía se mantienen un -2,48 por ciento por detrás de los 16,52 euros en los que marcaban el viernes 28 de marzo, y en un -34,24 por ciento frente a los 24,50 euros de su salida a Bolsa.

Unas acciones al alza: de la “pausa” de los aranceles, a las nuevas acciones para la “construcción de valor”

Continuando con este último análisis sobre el rendimiento del valor de las acciones de Puig, como causas sobre las que advertimos que habrían venido favoreciendo esa notable recuperación del precio de las acciones experimentada durante estas últimas semanas, y que se ha producido a las puertas de que, este próximo lunes 28 de abril, la multinacional española presente las cuentas del primer trimestre de su nuevo ejercicio de 2025, señalaríamos a: la “pausa” en la política arancelaria y buenas perspectivas para un potencial acuerdo comercial entre los Estados Unidos y la Unión Europea; el nuevo acuerdo para las importaciones de productos cosméticos entre España y China; los buenos registros de facturación registrados por otras compañías del segmento de la belleza; y a las últimas iniciativas emprendidas por Puig para la generación de valor dentro de sus principales marcas en cartera.

Ahondando, en mayor y menor medida, sobre todas y cada una de estas causas, en lo que respecta a la primera de ellas, era de esperar que uno de los grandes factores que han impactado sobre el valor de las acciones de Puig durante estas últimas semanas, la nueva política arancelaria a las importaciones a Estados Unidos, contribuyera del mismo modo pero de manera positiva, a medida en la que, en primer lugar se han relajado los efectos previstos tras la aprobación de esa “pausa” a los aranceles, y en segundo atendiendo a cómo de una y otra parte se han realizado declaraciones desde las que se apunta al interés mutuo por llegar a un acuerdo que pueda resultar beneficioso tanto para Europa como para Estados Unidos. Un acuerdo que beneficiará a Puig habida cuenta de los elevados intereses que mantiene sobre el mercado estadounidense, su principal mercado global por volumen de facturación, y en esperanza de lo cual las acciones de la compañía corregían ya su tendencia bajista en Bolsa una vez que el presidente Trump anunciaba su decisión de corregir, temporalmente, la nueva política arancelaria de Estados Unidos.

En cuanto a lo que respecta a ese acuerdo entre España y China para la supresión de barreras comerciales a las importaciones de productos cosméticos españoles al mercado chino, ya desde FashionUnited profundizábamos en su día en las potencialidades que, bajo nuestro punto de vista, el acuerdo puede llegar a suponer para Puig. Compañía que si bien es cierto que ya comercializa sus productos en China, también lo es que experimentó un estancamiento de sus ventas en ese mercado durante su último ejercicio de 2024, durante el que toda la región de Asia-Pacífico se mantuvo como la que menos llegó a aportar al conjunto de las cuentas del grupo, además de experimentar también la menor tasa de crecimiento, con una facturación que terminó por totalizar en los 455,14 millones de euros (+3,68 por ciento). Apuntes que, sumados a las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde las que advertía sobre cómo las compañías del sector hace ya dos años que le hicieron partícipe de “las dificultades que estaba encontrando para hacer negocios” en China, dibujaban un entorno particularmente acotado para las empresas internacionales en el mercado chino, que podría dinamizarse gracias al nuevo acuerdo alcanzando entre los gobiernos de España y de China. Acuerdo que entendemos que podría terminar de contribuir a impulsar el crecimiento de Puig en China y en toda Asia, brindándola de una nueva palanca para la diversificación de sus operaciones y su menor dependencia del mercado estadounidense.

Sensible como compañía cotizada al calor de los mercados, si de un lado Puig se vio afectada por los malos resultados de LVMH, del otro, y como compañía que opera en el mercado a través de los segmentos de la perfumería, la moda, el maquillaje y el cuidado de la piel, sus títulos se habrían visto favorecidos durante estas últimas semanas de los datos en contra positivos que han experimentado durante sus últimos trimestres otras compañías de referencia del sector de la belleza, que es donde mayoritariamente Puig mantiene sus fuentes de ingresos. Entre ellas, una L’Oréal desde la que, este pasado 17 de abril, informaban de un primer trimestre de 2025 que la compañía ha cerrado disparando al alza sus ventas desde los 11 245 hasta los 11 734,7 millones de euros (+4,4 por ciento); y una Interparfums desde la que, este 24 de abril, facilitaban los resultados de un primer trimestre de 2025 que han cerrado con un aumento de ventas de desde los 212,7 a los 235,5 millones de euros (+10,72 por ciento).

Pero con un modelo de negocio singularmente propio, porque Puig no es LVMH, como tampoco es L’Oréal, ni Interparfums, ni The Estée Lauder, cualquier “sensibilidad” que las acciones en Bolsa de Puig puedan mostrar ante el comportamiento de otras compañías de referencia dentro de los segmentos de la moda-lujo y de la “belleza premium” en los que opera, en cualquier caso estas se mantienen supeditadas a las fortalezas/debilidades que puedan mostrar desde la dirección de la compañía española sobre su capacidad, o falta de ella, para la hora de operar en el mercado a través de ese modelo. Y si con motivo de la caída del valor de las acciones de Puig advertíamos sobre cómo en el fondo de esa depreciación lo que se encontraba era la ausencia de una hoja de ruta clara y de estrategias dirigidas a la construcción de valor, y en particular para el escalado de sus negocios en moda, no creemos que sea casualidad el que el valor de las acciones de Puig se haya venido recuperando a este ritmo, coincidiendo justamente con la puesta en marcha de una distinta serie de iniciativas dirigidas justamente a la generación de ese valor dentro de la cartera de marcas de la multinacional española.

Se tratan estas de unas medidas para las que también es de nuestra opinión que la compañía debería de afinar todavía más su política de comunicación, para facilitar el que realmente puedan trascender y llegar a oídos de clientes, e inversores, y entre las que nos encontramos desde la nueva etapa a la que se han decidido a llevar a Jean Paul Gaultier con el nombramiento del holandés Duran Lantink como nuevo director creativo; hasta la expansión que están implementando de las redes comerciales de Dries Van Noten y de Byredo, de la que abrirán una próxima y primera tienda en Barcelona; la generación de activaciones “experienciales” como la que pondrán de la firma cosmética y de cuidado de la piel Dr. Barbara Sturm, con la apertura de una pop-up “experiencial” el próximo 16 de mayo en Nueva York; la mayor visibilidad de la oferta de la marca cosmética Charlotte Tilbury que se está fomentando con campañas publicitarias y nuevos puntos de venta; o el renovado impulso internacional que se va fomentar de la casa Carolina Herrera, con la celebración en Madrid el próximo 18 de septiembre del desfile de presentación de su colección Primavera/Verano 2026. Una activación esta que no solamente servirá para ese pretendido objetivo, sino en última instancia también para poner en evidencia el papel de Puig como compañía de referencia, y a una escala global, del sector del lujo, como poseedora de un genuinamente propio modelo de negocio en torno al que se integran y fusionan todas sus distintas operaciones en los segmentos de la perfumería, la moda, el maquillaje y el cuidado de la piel. Un modelo propio que es por el que deben de seguir trabajando por su buena puesta en valor.

En resumen
  • Puig presentará los resultados del primer trimestre de 2025 tras una recuperación parcial del valor de sus acciones.
  • La pausa en la política arancelaria de EE.UU. y un acuerdo comercial entre España y China sobre productos cosméticos habrían influido positivamente en la recuperación de las acciones de Puig.
  • Del mismo modo también habrían contribuido a la recuperación las iniciativas que Puig está implementando para generar valor en sus marcas, como nombramientos creativos y la expansión de redes comerciales.
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