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Zeeman avanza en el desarrollo de una tela hecha de textiles usados

Por Jaime Martinez

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Conjunto de fibras producidas por la compañía neerlandesa Enschede Textielstad, participante del programa piloto colaborativo por la circularidad “De la Basura hasta Zeeman”. Créditos: Enschede Textielstad.

Madrid – Desde la multinacional neerlandesa Zeeman, compañía especializada en la comercialización de una amplia gama de artículos textiles para las categorías de moda y hogar, como parte de una oferta que terminan de completar con productos no textiles de alimentación, complementos para casa y artículos de limpieza, acaban de publicar su Informe Anual de Responsabilidad Social Corporativa de 2023. Documento de entre el que se destacan, ya no solamente las iniciativas y esfuerzos que están tratando de llevar a cabo para avanzar en su perfil como compañía comprometida con las personas, con el medioambiente y hacia con el conjunto de la sociedad, sino de manera especialmente particular los detalles del proyecto que están tratando de impulsar para el desarrollo de un nuevo tejido elaborado a partir de textiles posconsumo.

Ofreciendo en primer lugar un balance general de lo que ha dejado tras de sí este último ejercicio fiscal, ya completado, de 2022 para la multinacional neerlandesa, desde Zeeman tratan primeramente de esbozar, en sus términos más generales, la situación financiera en la que se encuentra la compañía al cierre de ejercicio, y desde la que tratarán de seguir alimentando su modelo de negocio a lo largo de este nuevo periodo de 2023. Ejercicio al que se abre ahora la multinacional tras haber logrado completar su último año fiscal de 2022 generando unas ventas netas por valor de 774,2 millones de euros. Una cantidad que representa un aumento de un +14,1 por ciento respecto de los 678,5 millones de euros que facturaron a lo largo de 2021; así como de un +21,14 por ciento frente a los 639,1 millones de euros facturados por la multinacional a lo largo de 2019, el último año que como ya sabemos llegó a completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus. Todo ello, gracias a una red omnicanal de plataformas digitales y un total de 1.313 tiendas, repartidas por el total de los 7 mercados europeos en los que se encuentra presente la compañía, un grupo formado por Bélgica, Alemania, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria y España, que continúa ganando peso entre los mercados de la multinacional, alcanzando ya a reunir un total de 153 tiendas físicas, frente a las 117 y a las 83 con las que contaba al cierre de los ejercicios de 2021 y 2020, respectivamente.

Acompañando a este crecimiento, en términos tanto financieros como de huella comercial, desde la dirección de Zeeman, cuyo capital sigue manteniéndose en su 100 por cien en manos de la familia Zeeman, destacan los continuos avances que han venido practicando en el ámbito de la responsabilidad social corporativa, estructurados en torno a un total de 3 áreas de actuación: responsabilidad hacia todas las personas que forman parte de su cadena de valor, responsabilidad hacia las sociedades y comunidades en las que lleva a cabo su actividad la multinacional, y responsabilidad hacia el medioambiente. Un ámbito este en el que se incluye la nueva iniciativa piloto que han puesto en marcha desde su dirección, y desde la que se encuentran desarrollando una disruptiva y vanguardista nueva fibra, fabricada a partir de residuos textiles reciclados, procedentes de fibras posconsumo.

“En el último año hemos vuelto a dar pasos importantes en el ámbito de la responsabilidad social corporativa”, sostiene Erik-Jan Mares, director ejecutivo de Zeeman, desde la declaración que ha ofrecido a modo de prólogo del mismo Informe Anual de Responsabilidad Social Corporativa 2023 publicado por la multinacional neerlandesa. En relación a esta estrategia, de “un tema del que estoy particularmente orgulloso” es de “la introducción de un salario digno en cuatro fábricas en Bangladesh, India y Turquía”, detalla Mares. “En esos países no siempre es posible llegar a fin de mes con el salario mínimo”, por lo que desde la compañía “complementamos el salario de los trabajadores locales para que puedan satisfacer mejor sus necesidades vitales”, siguiendo así con la iniciativa piloto que pusieran en marcha en 2019 en Pakistán. Un compromiso para con los trabajadores que forman parte de su cadena de valor, al que se sumó “la firma del Acuerdo de Pakistán en enero de 2023”.

Sumándose a estos puntos, a lo largo del último año se han llevado igualmente avances en el terreno de la responsabilidad ambiental y social, pero “todavía hay grandes desafíos” por alcanzar, apunta Mares. “En este informe somos honestos al respecto”, y se reconoce que “no lo podemos hacer solos”. “Por eso creemos que es importante que se adopte una legislación internacional en el ámbito de la responsabilidad social corporativa”, dado que “cuantos más seamos los que participemos, más impacto podremos tener juntos”.

Avanzando en el desarrollo de una nueva fibra 100 por cien circular hecha de tejidos posconsumo

Pasando ya a poner el foco de atención sobre las medidas de responsabilidad hacia el medioambiente que se encuentran desarrollando desde la directiva de Zeeman, durante el último ejercicio de 2022 la compañía logró aumentar un +16 por ciento, hasta el 75 por ciento del total, el uso de algodón más sostenible como materia prima. Así como elevar del 39 al 53 por ciento el porcentaje de la colección textil fabricada a partir de materiales más sostenibles, superando el objetivo marcado del 50 por ciento, y como paso previo a su objetivo para este 2023, de llegar a situarlo en el rango del 70 por ciento.

Dentro de este mismo apartado de uso de fibras “más sostenibles”, como un objetivo adicional la compañía ha puesto un especial foco de atención en tratar de crecer en el uso de materiales reciclados, guardando por objetivo el conseguir que hasta el 10 por ciento de toda la colección hubiera estado fabricada a partir de materiales reciclados este 2022. Un objetivo que no han logrado cumplir, situándolo en el 4,6 por ciento, pero para el que siguen manteniendo como objetivo alcanzar hasta un 15 por ciento de materiales reciclados para 2023, gracias al fuerte impulso que confían en recibir tras la incorporación, desde 2022, de una responsable de compras especializada en circularidad.

Sin salir de este ámbito, como otras palancas desde las que crecer en este mismo terreno por la circularidad, desde Zeeman destacan la iniciativa que se llevó a cabo el pasado año para implementar una nueva guía de diseño circular entre sus equipos de trabajo, mientras confirman sus planes para seguir expandiendo a lo largo de 2023 su plataforma de reventa, desarrollada en colaboración con la organización “Het Goed”, así como su programa de recolección de ropa de segunda mano a nuevos mercados, entre ellos España. Medidas a la que se suman los esfuerzos que se están llevando ya a cabo para tratar de desarrollar, de manera colaborativa, un nuevo tejido obtenido a partir de textiles posconsumo, que desde Zeeman confían en poder emplear como materia prima de nuevos artículos textiles plenamente circulares, como resultado final de este proyecto puesto en marcha bajo el epígrafe de “De la Basura hasta Zeeman”.

“La idea es producir un nuevo artículo en los Países Bajos a partir del mayor porcentaje posible (preferiblemente el 100 por cien) de residuos textiles reciclados provenientes de los consumidores (materiales reciclados posconsumo)”, entran a detallar desde Zeeman; para lo cual se han dedicado en esta primera etapa a formar “una cadena de reciclaje para desarrollar el artículo”. Para ello se han asociado, apuntan desde la multinacional neerlandesa, con las compañías especializadas Cirkelwaarde, Frankenhuis y Enschede Textielstad, a las que se han terminado sumando la institución académica de la Universidad Saxion, para “probar la calidad de los hilos que podemos hacer a partir de fibras posconsumo”, y Het Goed, como “nuestro socio de clasificación de los materiales que queremos utilizar”. “Se trata de un proceso completamente nuevo”, y para el que ya advierten desde Zeeman el que “tardaremos” todavía “algún tiempo antes de que podamos disponer en nuestras tiendas de un producto 100 por cien reciclado posconsumo”.

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