Mango reúne a trabajadores, familia y dirección para despedir a Isak Andic
cargando...
Madrid – La sede central de Mango, las extensas instalaciones operativas con las que cuenta la multinacional de la moda española a las afueras de Barcelona, ha acogido este martes, 17 de diciembre de 2024, un emotivo acto de despedida en honor de Isak Andic. Fundador y presidente no ejecutivo de la multinacional de la moda española, quien fallecía trágicamente, a los 71 años, este pasado sábado 14 de diciembre, y al que, a través de este acto, no han dudado en querer honrar trabajadores, familia y los miembros del comité de dirección de la compañía, desde donde se preparan a abrir un nuevo, y por ahora incierto, capítulo tras su marcha.
Según relatan al respecto desde la dirección de la compañía española, más de 3 000 trabajadores de la empresa se han reunido esta mañana en el Campus Mango, nombre con el que fueran rebautizadas las instalaciones centrales de la multinacional con motivo del profundo proceso de reforma del que vienen siendo objeto desde 2021, y al que se estima que se terminarán por destinar unos 42 millones de euros, para despedir a Isak Andic, fundador y presidente no ejecutivo de la compañía. Un acto conmemorativo y de homenaje durante el que se han querido celebrar y honrar los 40 años durante los que se mantuvo Andic al frente de la empresa, a lo largo de una ceremonia de la que igualmente han participado, junto a los trabajadores de la misma compañía, los miembros de la familia Andic, encabezados por Jonathan Andic, hijo del fundador de Mango y quien está llamado a sustituirle al frente de la dirección de la compañía —faltará por ver si con o sin poderes ejecutivos—, y del comité de dirección de Mango. Una directiva en su caso liderada por Toni Ruiz, consejero delegado de Mago, y cuya presencia en el mismo acto junto a Jonathan Andic y los demás miembros de la familia Andic, sumada al sentido que han desprendido las palabras que ambos se han encargado de pronunciar durante este acto de despedida, ha servido para dar muestras —al menos esa es la impresión que ha trascendido— de una clara unidad y sintonía entre las posturas de la dirección y las de la familia. Una afinidad que faltará por ver si logra mantenerse una vez que terminen por conocerse las últimas voluntades de Andic, y que se proceda al reparto de sus bienes, pero que, de entrada, deja al menos una primera sensación de que el relevo en el accionariado de Mango no impedirá el que la compañía siga desarrollándose tal y como lo había dejado estipulado en vida Andic, con una parte de control en manos de la familia propietaria, y otra ejecutiva en manos de directivos y profesionales de estimable valía.
“Era un visionario, un líder, un gran compañero en la vida de todos los que lo conocimos”, ha señalado Toni Ruiz, consejero delegado de Mango, durante su intervención en este acto de despedida. “No importaba lo lejos que había llegado, su mente ya estaba en el siguiente paso”. A partir de esa filosofía y manera de afrontar los retos de la compañía, a partir de este momento tras su marcha, “vamos a seguir su ejemplo, lo haremos por él, por Mango, y lo haremos como a él le gustaría: con una sonrisa y toda nuestra energía”, apuntaba Ruiz, al tiempo que incidía en cómo “la empresa se encuentra en el mejor momento de su historia gracias al esfuerzo de todos y cada uno de sus empleados y del apoyo de la familia Andic”.
“Esto es solo el principio”, y a partir de aquí, “sigamos honrando su memoria y su legado, manteniendo vivos los valores y enseñanzas que nos dejó”, ha señalado por su parte Jonathan Andic, en representación de la familia Andic, y en lo que desde la dirección de Mango señalan que no ha sido más que una decidida muestra del compromiso, tanto de Jonathan Andic, como del resto de la familia Andic, con el “proyecto de Mango”. “Que su ejemplo nos inspire a ser mejores cada día”, concluía el hijo Isak Andic, y “a seguir construyendo juntos el Mango del futuro”.