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Victoria’s Secret cancela (de forma oficial) su desfile de lencería

Por Jaime Martinez

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Moda

Madrid- Tras meses y meses de incesantes rumores, y después de un desastroso balance que arroja un aumento de sus pérdidas del 500 por ciento durante el último trimestre, L Brands, matriz de la firma de moda íntima Vicotria’s Secret, anunciaba de manera oficial que este año ya no se celebrará el tradicional desfile de sus “ángeles”. Un evento hasta hace bien poco de relevancia mundial, que llevaban realizándose de manera ininterrumpida desde el año 1995.

“Fue una parte muy importante de la construcción de la marca, y un increíble logro en cuestiones de marketing”, indicaba Stuart Burgdoerfer, director financiero de L Brands, durante una conferencia sobre el análisis de los últimos resultados presentados por la compañía, durante la que confirmó la cancelación de los desfiles. Un evento que durante su última edición ya no logró tener un impacto directo en el volumen de ventas de la firma, según el propio Brugdoerfer. Quien insistió en la necesidad de “hacer evolucionar el marketing de Victoria’s Secret” hacia nuevos canales y con nuevas herramientas que dará a conocer próximamente a los clientes, pero que en ningún caso serán de la envergadura de los desfiles.

Con este anuncio se confirman los rumores en cierta manera ya confirmados de manera “extraofcial” por la modelo de Victori’as Secret, Shanina Shaik. Que el pasado mes de julio durante unas declaraciones al medio australiano “The Daily Telegraph”, ya aseguraba que el esperado desfile había sido cancelado. Unas declaraciones a las que entonces desde L Brands no quisieron dar respuesta.

Unos ángeles con historia (y con grandes beneficios)

Desde el inicio de su celebración en 1995, el desfile anual de “los ángeles” de Victoria’s Secret se convirtió en uno de los eventos más esperados del año, catapultando a la compañía a una de las más conocidas y deseadas entre el público de los Estados Unidos, al mismo tiempo que la firma de lencería hacia lo propio con modelos como Gisele Bundchen, Naomi Campbell, Karolina Kurkova, Alessandra Ambrosio, Adriana Lima, Kendall Jenner o Gigi Hadid. Tan solo algunas de las que lucieron sus “alas” como grandes protagonistas de unos desfiles cuyas entradas llegaban a rondar los 12.500 dólares. Llegándose a apagar por una de ellas, durante una subasta en 2014 con fines benéficos, la cifra récord de 25 millones de dólares.

A lo largo de estos últimos 20 años, se estima que la compañía halla llegado a ingresar de manera indirecta hasta 5 mil millones de dólares derivados de los desfiles. Mientras que como gastos habría desembolsado en torno a los 1,04 mil millones, principalmente en la contratación de las modelos, con una cuarta parte de esos fondos destinada al propio desfile y otros 130 millones de dólares al diseño de sus exclusivos “sujetadores de fantasía”. Cuyos precios oscilaban del millón a los 15 millones de dólares, y que a pesar de aparecer en sus catálogos nunca salieron a la venta. Unas inversiones que, tendiendo en cuenta las últimas ediciones de los desfiles, habrían repercutido en un beneficio 5,3 veces superiores a los costes para la compañía.

Además de los beneficios económicos, la celebración de los desfiles trajo consigo claros logros en cuestiones de imagen y de “engagement” entre público y marca. Precisamente una cuestión que comenzó a ponerse en entredicho durante sus últimas celebraciones, y que muchos analistas sitúan como la causa de la desaparición de un evento que comenzaba a ser irrelevante para los consumidores. Y no únicamente eso, sino que mostraba signos de ser poco favorecedor para la propia imagen de la marca, ante un público que no duda de acusarla de “cosificar” a la mujer y de arrojar modelos poco saludables e “irreales”.

Unas duras críticas que comenzaron a saltar de la pasarela a las tiendas, y de ahí a unas colecciones que han llegado incluso a ser acusadas de “demasiado sexys”. Unos férreos reproches que han terminado por enterrar las alas de las ya míticas “ángeles” de Victoria’s Secret, al tiempo que la compañía lucha por volver a conectar con su público a través de medidas con las que ofrecer una imagen más inclusiva y amigable, como son la contratación de su primera modelo transgénero o la de su primera modelo de tallas grandes.

Photo Credits: Jewel Samad, AFP. / Russell Jame, AFP.

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