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Conoce Ruralanas, la marca que nació como un proyecto social

Por Cynthia Ijelman

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Cultura

Montevideo – Ruralanas nació de la mano de la Fundación Gastesi Marticorena en 2003, en Uruguay, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la mujer rural. Manteniendo la veta social, en 2009 la empresa de productos realizados con técnicas tradicionales, cien por ciento lana, se independizó y quedó en manos de la diseñadora Virginia Montoro. Hoy trabaja con más de 100 artesanos que producen para la marca y para 17 firmas más. Aunque no cuenta con tiendas propias, comercializa en los principales puntos turísticos de Uruguay y exporta a países como Alemania; Suiza; Estados Unidos; Chile y Brasil. Además, ha llevado el proyecto a comunidades de Colombia y Ecuador.

Tras presentarse en la última edición de MOLA, el encuentro de moda sostenible celebrado en Montevideo la semana pasada, Virginia Montoro conversó con FashionUnited sobre la historia del de Ruralanas, cómo es la convivencia de lo social y lo comercial y el desembarco en otros países.

La historia de Ruralanas

En 2003 la Fundación Gastesi Martinicorena creó el proyecto con la idea de ayudar a las mujeres de las zonas rurales de Salto y Artigas. En 2006 y 2007, recibió apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y hacia fines de 2009 la iniciativa se volvió difícil de sostener y se independizó de la fundación. “Yo trabajaba desde el comienzo como diseñadora y a mí el proyecto me apasionó desde el primer día. Me ofrecieron quedármelo, siempre y cuando siguiera con el mismo fin social. En ese momento el proyecto no era rentable y si no lo seguía, lo iban a cerrar. No lo pensé mucho y dije que sí. Ahí empezó una segunda etapa, con aciertos y desaciertos, pero todas esas vivencias nos han llevado hasta hoy”, contó Montoro.

En ese momento surgió la necesidad de hacer conocida a la marca y como Montoro no contaba con el capital necesario para hacerlo pensó en sus recursos más cercanos: “Yo trabajaba con un equipo con el que armaba locales y hacíamos reformas, con ellos pusimos una cabaña de madera en un restaurante que hay en la Ruta 3. Por ese lugar pasaban muchos turistas argentinos y paraguayos en el verano, así se empezó a hacer conocida la marca y así fue el comienzo de esta etapa”.

Ante la necesidad, la creatividad

En 2011 se dio la posibilidad de abrir un local en Chile que no funcionó y en 2013 tuvieron que cerrarlo, registrando importantes pérdidas de dinero. Montoro no bajó los brazos y nuevamente recurrió a la creatividad con una idea que marcaría un antes y un después a partir de productos exitosos creados en momentos críticos: hizo unas cajitas con gorros y bufandas tejidos a mano en cuyo packaging figuraba que era un producto artesanal, hecho con lana de oveja y confeccionado en Uruguay. “Era económico para el que quiere llevar un accesorio de regalo, tenía todas las cualidades”, explicó.

Las primeras mil cajitas las vendieron a un supermercado y después ampliaron la oferta de productos a guantes y cuellos, entre otros.

¿Cómo trabajan?

Más allá de ser una empresa, Ruralanas tiene un alto compromiso social en su ADN. Actualmente trabaja con más de 100 artesanos en Uruguay y con comunidades de Colombia y Ecuador. “Nos acercamos a grupos, muchas veces a través de fundaciones. Lo más importante son las ganas y el interés, nosotros los capacitamos. Se van perfeccionando a medida que pasa el tiempo. Es importante que la gente se sienta bien y trabaje en equipo. Hay personas que ya viene trabajando de antes y la sumamos. Tratamos de diseñar para el artesano, ver qué productos hace para poder venderlos en grandes cantidades dentro de lo artesanal. Que se pueda repetir y sea fácil de vender”, comentó Montoro.

El proyecto fuera de Uruguay

La iniciativa de las cajitas llamó la atención en el exterior y Ruralanas empezó a trabajar con comunidades de Colombia y Ecuador. “Nos convocaron, así que fuimos y preparamos a la gente que tenía una necesidad y la mayoría trabaja con nosotros. Con la preparación pueden trabajar para Ruralanas o para otras empresas. Es abierto, ellos eligen. Lo bueno de nuestro proyecto es que la forma de trabajo se puede repetir en distintas partes”, dijo Montoro.

Fotos y Video: Ruralanas y FahionUnited

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