Ayala: “El consumidor post pandemia va a ser más sensato y responsable”

Buenos Aires – Ante la crisis generada por la pandemia de Covid-19, la Cámara Argentina de Moda declaró la emergencia del sector. FashionUnited tuvo la oportunidad de conversar con el presidente del organismo, el diseñador Francisco Ayala, sobre las dificultades que viene atravesando desde hace tiempo la industria de moda local, las acciones que están realizando desde la Cámara y lo que vendrá después del Coronavirus.

¿Cómo estaba la industria de moda antes de la pandemia de Covid-19?

Venimos de un momento muy malo en el sector textil. Sobre todo, en los últimos años, las políticas nos desfavorecieron totalmente. Por ejemplo, subió el dólar y nosotros trabajamos con insumos que están en dólares, las tarifas también subieron a raíz de eso y la apertura de la importación de productos terminados sin ninguna restricción fue devastador para lo textil, generando competencia desleal para nosotros. En ese mundo estábamos resistiendo y llegó la pandemia que nos terminó de dejar en una emergencia absoluta.

Ustedes declararon la emergencia.

Sí, desde la Cámara declaramos la emergencia en la moda. Entendiendo la moda como un concepto muy amplio que abarca a los diseñadores de Alta Costura; Prêt-à-Couture; las marcas de Prêt-à-Porter; emprendedores; artesanos; a los que trabajan en moda sustentable; peluqueros; maquilladores; organizadores de eventos; medios de prensa de moda y a los comerciantes, que están en una situación muy complicada.

¿Qué feedback tuvieron?

Empezamos a recibir consultas y la gente se empezó a aglutinar alrededor de la Cámara como una manera de que articulemos todos juntos los pedidos ante las necesidades que hay. El lugar natural de esto fue que seguimos juntándonos con otras cámaras porque tenemos injerencia sobre áreas que son de otras cámaras, por ejemplo, la textil, la de indumentaria, la de calzado, la del cuero, la de tejidos, etc. Así que de una forma muy novedosa y por el efecto de la pandemia se dio que estemos todos unidos para lograr los objetivos.

¿Qué están pidiendo desde la Cámara?

Los pedidos que hacemos tienen que ver con los protocolos sanitarios; con la reapertura de los locales; con morigerar, de alguna manera, los daños con créditos más económicos que los que hay y con más facilidad de aprobación. Somos un sector de riesgo, en general no somos dueños de nuestros negocios, y es una actividad que está cortada en todo sentido.

¿En qué proyectos están trabajando?

Estamos trabajando de una manera muy fuerte sobre el “hecho en Argentina”, “compre nacional”, una moda argentina con identidad. Por otro lado, vemos que las grandes marcas a nivel internacional están hablando de ralentizar los procesos y nosotros estamos un poco de ese lado, así que nuestros productos van a poder tener ese plus. Otra estrategia va a pasar por lo colectivo, tenemos un proyecto muy concreto: ofrecer nuestros productos desde una única plataforma digital, con una alta circulación de gente. Estamos convencidos que de esta manera vamos a vender más que si cada uno va por su cuenta. Otra acción en la que estamos trabajando para jerarquizar toda la cadena de valor y de la identidad es hacer un nexo a través de la Cámara entre diseñadores y artesanos que trabajen con técnicas tradicionales y que empleen nuestras materias primas. En general usamos materias primas importadas así que me parece interesante que un grupo grande diseñadores podamos poner los ojos en lo que tenemos acá. Estamos con todas estas iniciativas al mismo tiempo, mandando cartas y dejando propuestas en distintos entes gubernamentales. Y, por último, algo que vamos a trabajar es lo presencial. Está bárbaro lo digital, pero no todo debería ser venta online.

¿Cómo imagina que será la post-pandemia para el sector?

Hay muchos que no van a poder salir de todo esto. Acá somos más que nada PyMEs y no hay plata como para estar seis meses sin trabajar. El problema no es la cuarentena, es la pandemia. El escenario de antes no se va a volver a dar, es muy triste por el trabajo de muchísima gente. Por otro lado, desde lo conceptual pueden haber algunas cosas positivas como tener una mirada más interna, volver a los oficios, motorizar la escala de valor, ralentizar los procesos. También me parece que después de la pandemia las cosas van a valer por su valor y no por su precio. El consumidor post pandemia va a ser más sensato y responsable. La tendencia es hacer menos cosas, un poco más caras, pero de mejor calidad, que tengan más durabilidad y menos agresivas para el medio ambiente.

Foto: Francisco Ayala, Darío Schaberger