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Bucharest reclama su espacio en la moda europea: talento, estrategia y conocimiento en el corazón de Europa del Este

Por Alicia Reyes Sarmiento

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Moda
VOL FW25 MBBFW. Credits: ©Launchmetrics/spotligh.

En solo dos ediciones, la Mercedes-Benz Bucharest Fashion Week (MBBFW) ha logrado posicionarse como una de las citas más interesantes del circuito emergente de la moda internacional. El evento rumano está construyendo una plataforma ambiciosa, impulsada por alianzas institucionales clave —como la Camera Nazionale della Moda Italiana (CNMI)—, el respaldo de patrocinadores de primer nivel como Mercedes-Benz, y una firme apuesta por el talento creativo de Europa del Este.

Esta combinación estratégica no surge de la nada: responde al creciente protagonismo de Rumanía como destino para la producción de lujo —con firmas como Louis Vuitton o Moncler trasladando parte de sus operaciones al país— y al interés por consolidar un ecosistema de moda con identidad propia, capaz de competir y dialogar con otras capitales regionales como Budapest o la conceptual Feeric Fashion Week de Transilvania.

“El talento por sí solo no basta hoy: estrategia y conocimiento son fundamentales para abrirse camino en esta industria”, advertía sin rodeos Roxana Voloseniuc —cofundadora del evento junto al empresario Mario Antico— durante una conferencia dirigida a jóvenes diseñadores que dio inicio a las jornadas. Ambos identificaron, tras la pandemia, la necesidad urgente de crear un espacio que ayudara a reactivar el ecosistema de la moda en Rumanía, tras ver desvanecerse muchas de sus estructuras clave, desde revistas hasta showrooms.

Compradores en front row. Credits: Alicia Reyes Sarmiento | FashionUnited.

Hoy, esa reconstrucción empieza a dar frutos. La segunda edición ha contado con la presencia de compradores internacionales —de Italia a Japón—, influencers y medios especializados. Desde FashionUnited, viajamos a Bucarest para seguir de cerca hacia dónde se dirige el nuevo mapa de la moda en Europa del Este, quiénes son sus protagonistas y descubrir por qué deberíamos prestarles atención desde ya.

Un escaparate regional con ambición global

Supervisado por la propia cofundadora Roxana Voloseniuc, editora jefa además de Elle Rumanía —la publicación más influyente del país desde que gran parte de su competencia cesara actividad durante la pandemia—, el programa de desfiles reunió a más de una veintena de diseñadores provenientes de Rumanía, Ucrania, Polonia, Hungría, Moldavia e Italia.

Aunque el grueso de las presentaciones se celebraron en el Museo Nacional de Arte de Bucarest, algunas firmas —como Almaz, Nissa, VOL o Manokhi— apostaron por localizaciones alternativas.

En el caso de la marca nacional Manokhi, eligió organizar un evento privado con Chiara Ferragni como anfitriona. Especializada en cuero artesanal y con una estética potente que ha seducido a celebrities internacionales, la marca se ha posicionado en el segmento del lujo con una proyección claramente internacional, pero mantiene sus raíces en Rumanía y es considerada una de las marcas contemporáneas más relevantes del país.

De izq. a dch. Valentina Ferragni, Chiara Ferragni y Roxana Voloseniuc durante la cena de Manhoki. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

Estética contenida, mensajes potentes

En términos estéticos, esta edición apostó por una elegancia depurada y una feminidad segura de sí misma. Tonos neutros como el blanco, el negro y el beige dominaron las pasarelas, con guiños nocturnos en forma de brillos, referencias lenceras y siluetas ceñidas al cuerpo. Aun así, la falta de diversidad corporal sobre la pasarela —un tema recurrente en la mayoría de presentaciones— hizo que algunas propuestas perdieran fuerza al ignorar la diversidad corporal.

Violette, diseñadora de Rxquette, ultimando los preparativos desde el backstage de MBBFW. Credits: Alicia Reyes Sarmiento | FashionUnited

En esta línea de tonos neutros, la diseñadora moldava Violette detrás de la firma Rxquette presentó una colección teatral y delicada que osciló entre lo masculino y lo íntimo. Desde el backstage, se apreciaba cada puntada de sus siluetas alargadas: sastrería clásica reinterpretada a través de transparencias y detalles artesanales —bordados, encajes, velos— que esbozaban una feminidad austera, casi performática. “Bucarest tiene una energía cruda pero honesta”, explicó la diseñadora ahora afincada en París, quien eligió esta ciudad como plataforma de lanzamiento por su fuerte vínculo emocional con la escena creativa local.

“Para nuestras piezas de punto, trabajamos con una pequeña fábrica en Oradea, Transilvania. Es un taller familiar especializado en prendas artesanales elaboradas con fibras naturales.

Rxquette FW25 en MBBFW. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

Por su parte, en el desfile de la rumana M.Marquise, las pamelas —que competían por protagonismo en el front row con cada movimiento de cabeza— pasaron a ser las verdaderas protagonistas sobre la pasarela, integradas en una propuesta tan sencilla como sofisticada.

M.Marquise FW25 en MBBFW. Credits: Alicia Reyes Sarmiento | FashionUnited
M.Marquise FW25 en MBBFW. Credits: Alicia Reyes Sarmiento | FashionUnited

Color que emociona

Frente a esta contención cromática, Ami Amalia se robó el show. Su colección de prendas de punto teñidas de color y emoción logró conmover al público gracias a una narrativa íntima y bien ejecutada. “Han conseguido combinar creatividad y funcionalidad de forma atemporal”, señaló Risako Genno, compradora japonesa de los grandes almacenes Hankyu, que destacó a la firma como una de sus favoritas. “La escena creativa rumana es increíblemente vibrante y está llena de potencial. Hay un claro sentido de individualidad entre los diseñadores y artistas, y la combinación de influencias tradicionales con la innovación moderna me resulta especialmente interesante. Es emocionante ver cómo la escena local está evolucionando y ganando reconocimiento a nivel global”, decía la compradora sobre el evento.

Ami Amalia FW25 MBBFW. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

En esa misma línea de propuestas distintivas, Alessandra Sipa apostó por la provocación y la estética punk: transparencias, encajes y superposiciones y una actitud combativa, vibrante, tan afilada como sus medias rasgadas.

Alexandra Sipa FW25 MBBFW. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

Diseño con propósito

Más allá de la mera estética, MBBFW refuerza su posicionamiento como plataforma curatorial, apostando por diseñadores con discurso, raíces sólidas y visión crítica. Las expectativas eran altas con las firmas ucranianas Kseniaschnaider y Litkovska, y ambas respondieron.

Kseniaschnaider FW25 MBBFW. Credits: Alicia Reyes Sarmiento | FashionUnited.

Kseniaschnaider presentó una colección que llevó el denim a nuevas dimensiones, tanto literal como conceptualmente. Con pantalones de siluetas exageradas, casi escultóricas, y chaquetas que desafían la construcción tradicional, la firma reafirmó su tono lúdico tan característico.

Litkovska, por su parte, apostó por una colección sobria y profundamente conceptual, en la que las referencias culturales se entrelazan con una estética utilitaria sofisticada. Siluetas amplias, layering estructurado y estampados de periódicos como símbolo de crítica social y política marcaron su propuesta.

Litkovska FW25 MBBFW. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

“Leed sobre política, no solo sobre moda. Todo lo que ocurre afecta a vuestros consumidores”, recordaba el diseñador Massimiliano Giornetti, representante de Polimoda a los jóvenes durante la conferencia de inauguración que mencionábamos al principio.

Y es que aunque el mundo de la moda es una burbuja, nada más aterrizar en Bucarest nos encontrábamos con una manifestación de extrema derecha en respuesta a la anulación de las elecciones presidenciales de diciembre de 2024.

El populista Călin Georgescu, descalificado por presuntas interferencias rusas y uso indebido de inteligencia artificial, fue epicentro de una crisis política que mantiene al país en un clima de incertidumbre.

Nuevos talentos en la mira

La próxima edición, prevista para octubre, reforzará sus vínculos con Italia gracias a una nueva alianza con el prestigioso instituto Polimoda, que se unirá como socio académico para impulsar intercambios estudiantiles y programas de mentoría.

Además, se presentó Next Generation, un programa formativo que se desarrollará desde abril y que incluye tres pilares: el Fashion Talent Award, un concurso de diseñadores emergentes con jurado experto; el Business Accelerator, centrado en estrategia y liderazgo empresarial en moda; y el Sustainable Design Lab, un espacio de experimentación enfocado en diseño sostenible.

FW25
MBFW Bucharest
Otoño/Invierno 2025/2026
Rumania