Cuatro personalidades del sector de moda de Argentina hacen su balance 2021
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Buenos Aires – Termina el año y llega el momento de hacer balances, FashionUnited tuvo la oportunidad de conversar con Marcelo Canton, fundador junto a Diego Trivelloni de Mishka; la diseñadora especializada en moda sostenible, Lucía Chaín; Francisco Ayala, Presidente de la Cámara Argentina de Moda y el experto en jeanswear, Alejandro Ogando sobre cómo vieron al sector este 2021 y cómo lo transitaron profesionalmente.
A continuación, en primera persona, los cuatro profesionales dieron su punto de vista y contaron cómo fue su experiencia de este año.
Marcelo Canton - Diseñador, empresario y fundador de Mishka
“Este año fue mejor que el 2020 porque, aunque con intervalos, tuvimos otro ritmo de trabajo y los locales volvieron a abrir. Estuvimos más entrenados para convivir con la pandemia y más preparados en los protocolos”. “Fue un año de crecimiento, acabamos de abrir un local con imagen nueva en Patio Bullrich y otro, en Distrito Arcos. Pudimos seguir adelante con nuestros proyectos”.
“En cuanto al sector, lamentablemente muy golpeado. Hubo gente que quedó en el camino, como proveedores de insumos, curtiembres, fabricantes de tacos. La pandemia fue una estocada final para muchos que no tuvieron la posibilidad de readaptarse.”
“Ahora hay una reactivación interesante por el tipo de cambio, por cierta vuelta del turismo y, como la gente está viajando mucho menos, este año se incrementó el consumo interno.”
“Tenemos ganas y seguimos confiando en que Argentina sea un país en donde las PyMES se desarrollen y donde podamos producir más, encontremos valor agregado y no seamos solo agroexportadores. Es un país que debe hacer un proceso industrial, no hay un país desarrollado que no tenga industria”.
Lucía Chain - Diseñadora y fundadora de la marca CHAIN
“En 2020 nos vimos forzados a reinventarnos y a adaptarnos. En esta búsqueda de nuevos lenguajes y maneras de mostrar y hacer todo comenzó a pasar más por lo cibernético. Cuando comienza el 2021 todo esto de alguna manera quedó de lado y para mí fue una gran decepción ver que no se aprendió tanto de este cambio, o yo al menos no logro hacer una lectura muy positiva. Las semanas de moda internacionales siguieron siendo iguales como si nunca hubiera pasado nada. Aunque el mix entre lo presencial y lo virtual estuvo, creo que desde un lugar que ya no aporta.Todo este espacio que se había logrado de encontrar nuevos medios en función de un mensaje crítico que impulsaba a cambiar las cosas terminó siendo banalizado.”
“Para mí es decepcionante ver que el modelo “See now Buy now” sigue existiendo, encontrar que toda esta búsqueda de lo digital y del lenguaje audiovisual se han incorporado en las pequeñas y grandes marcas, pero no ayudan a enfatizar un mensaje que realmente critique o ponga en valor el trabajo real detrás de cada proceso. Aunque rescato que para muchas marcas fue algo positivo y encontraron un camino para contar y para hacer, al menos en escala pequeña.”
“Empecé a ver un gran nivel de despersonalización, tapar rostros, tapar la piel como si la digitalización hubiese borrado la identidad de las personas detrás de la ropa. Siento que estaría bueno volver a la conexión con lo humano y pensar en la moda como algo que refleje identidad y no algo que la anula. Esto es algo que me parece interesante para reflexionar porque es algo que estuvo presente en muchas marcas.”
“Estuve trabajando con el objetivo de mostrar personas reales y hablar del vínculo afectivo entre ellas y con el indumento. Además, atravesé un cambio de contexto, cambié de país y ahora estoy investigando nuevos proveedores, contactarme con nuevas personas, aprender mucho de eso y ver de qué manera sostener lo que quedó en Argentina.”
“Otra cosa importante para mí fue vincularme con un equipo creativo relacionado a lo audiovisual, que me ayudó bastante a poder reflejar este cambio. Si bien mi marca siempre fue muy humana, siento que a partir de ahora va a haber un vínculo personal muchísimo más fuerte y voy a trabajar en que sea un lugar de pertenencia”.
Francisco Ayala - Diseñador y Presidente de la Cámara Argentina de Moda
“A pesar de todo lo malo que pasamos, para mí fue un año muy positivo, desde mi lugar como diseñador y además por el trabajo que hicimos desde la Cámara para el Primer Congreso de Diseño (Primer Congreso Ibero Latinoamericano de Diseño)”.
“Con el congreso se abrieron muchas puertas, el espacio permitió la participación de personas de todas partes que tenían mucho para decir. Se transformó en un tema de agenda y generamos que los entes gubernamentales quisieran estar también.”
“El camino que yo vengo transitando tiene que ver con reflejar la identidad a partir del trabajo con materiales nuestros, de hacer una propuesta que sea tanto textil como de moda. Creo que no hay muchos emprendimientos en Argentina de este tipo. Para mí el 2021 fue el año de todo esto. Trabajamos de esta manera las dos últimas temporadas y ya estamos encarando el próximo invierno.”
“Yo trabajo mucho con modistas y cada vez hay menos porque forman parte de una cadena de conocimientos que no se está renovando. Las carreras de diseño están llenas de formadores de diseñadores, pero no tienen conexión con el oficio”.
Alejandro Ogando - Diseñador especializado de jeanswear y Director de Estudio Ogando
“La pandemia hizo estragos, terminó de romper y devastar la pobre industria textil que teníamos en Argentina. Hay datos que dicen que, desde abril de 2020 a abril de 2021, los insumos para el armado de una colección (fibras, avíos, etc) aumentaron un 80 por ciento. Y, se calcula que el precio final de la indumentaria llegó al cliente casi un 60 por ciento por encima de lo que venía estando.”
“Al menos a mi criterio, muchas marcas que habían llegado a generar un circuito más profesional e interesante, en donde existía un diseñador; un modelista; un encargado de producción y donde se trabajaba en cadena tuvieron que retroceder para poder sostenerse.”
“El mercado de la zona del barrio de Flores empezó a tomar una importancia a nivel nacional que nunca había tenido. Ese siempre había sido el lugar en donde se compraba ropa barata y donde la gente de clase media y clase media-alta no visitaba porque no encontraba ahí prendas de calidad. Ahora de la calidad nadie se acuerda, porque la gente se tuvo que vestir y los sueldos se habían desvalorizado tanto que no podía pagar por un pantalón de jean 8000, 12000 o 18000 pesos.”
“Rescato la importancia que está teniendo la circularidad y el origen de los productos. Yo creo que les ha quedado tanta mercadería en stock que muchos se pusieron a reciclarla. Están muy en boga los reprocesos, por suerte la moda ayuda porque para el invierno vienen los sobre teñidos localizados, con pequeños matizados. Entonces, quizás una prenda de verano pueda pasar a un look más invernal”.
“Santista, que para mí es la mejor empresa de denim que tenemos en Argentina, ya hizo toda una línea de productos con algodón al que ellos denominan “responsable” y sacaron también dos teñidos exentos de químicos. Esto es el puntapié inicial para que el resto de la industria, por lo menos del denim, empiece a poner un poco el foco”.