Y además, enseñan… Makeba Lewis, diseñadora textil, consultora en sostenibilidad y educadora en Central Saint Martins
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Buenos Aires- Makeba Lewis ha construido una carrera que conecta la creatividad, la artesanía y la innovación consciente. Desde el Royal College of Art hasta su rol actual en Central Saint Martins, su trabajo explora las intersecciones entre la experimentación con materiales, el bienestar y las técnicas tradicionales.
Esta entrevista forma parte de “Y además, enseñan… una serie de artículos de FashionUnited que destaca a profesionales de las industrias de la moda y el diseño que también trabajan en la educación. Conversamos con Lewis durante su visita a Buenos Aires, invitada por FAD Connection, una red global de universidades creativas que promueve el diálogo internacional en la educación de arte, moda y diseño.
¿Cuál es el aspecto más desafiante al enseñar y ser profesional en actividad?
El tiempo, porque por mi trabajo viajo mucho. Viajo más de lo que paso en el estudio o enseñando ahora. Estoy más involucrada en el desarrollo internacional y doy muchas clases en línea, tratando de realizar proyectos sin sentirme agotada por el trabajo académico. Luego, el segundo desafío —que quizás para mí sea el más difícil— es la enseñanza en línea. Para alguien acostumbrado a estar siempre en un estudio, haciendo cosas cara a cara, hablando con la gente y trabajando con materiales que se pueden tocar y oler, que te quiten todo eso y tener que estar sola frente a una pantalla me resulta complicado. Puede ser bastante agotador, así que diría que eso es más desafiante incluso que encontrar tiempo para hacer trabajo personal. Todavía me cuesta trabajar frente a una pantalla.
En tu opinión, ¿la educación en moda prepara a los estudiantes para tener éxito o para sobrevivir?
Bueno, los estudiantes que invierten en su educación —y los padres que invierten en la educación de sus hijos— quieren saber que podrán obtener algo a cambio. No es un lujo hacer algo solo por diversión, así que las universidades deben prepararte. Diría que lo hacen brindando oportunidades de trabajar en la industria durante un año o en proyectos reales donde deben actuar profesionalmente; esas cosas son importantes. Así que sí, diría que los prepara para sobrevivir. Pero la industria de la moda es dura, y creo que la gente no se da cuenta de lo desafiante que es hasta que entra en ella.
¿Qué crees que la educación en moda o diseño debería desaprender?
No lo sé. No sé si se trata de desaprender, quizás de evolucionar. Y no diría que solo la educación en moda; diría que todas. No deberíamos depender demasiado de la IA. Hay herramientas brillantes que se han creado, pero lo que he notado con los años es que, en la forma en que la gente diseña y selecciona colores, por ejemplo, todo es digital. Incluso al mezclar colores, muchos argumentan: “Bueno, los colores Pantone son los que usa la industria, necesitamos esos colores”. Pero, aun así, saber mezclar colores es una habilidad real, y ya casi nadie se preocupa por eso.
También diseñar siluetas, tener esa libertad de dibujar: muchos estudiantes realmente no saben hacerlo. Tienen otra forma de diseñar, y si les funciona, está bien. Hoy vemos muchos cambios en cómo se produce el trabajo, y hay cosas que están fuera de nuestro control. Tenemos que aceptar que así se hace ahora, pero sigue siendo un verdadero tesoro cuando ves a alguien que realmente lo hace bien; se nota en su trabajo. Así que creo que debemos respetar y trabajar con algunos de los cambios que la tecnología y estas nuevas herramientas están trayendo.
¿Cómo ayudas a tus estudiantes a encontrar su propia voz en un mercado saturado?
Probablemente con el mismo consejo que suelo dar: sé auténtico y sé tú mismo. La persona que más grita no es necesariamente la más importante. Puede que se la escuche primero, pero no necesariamente es a quien se le presta atención.
Creo que es importante ser humilde y auténtico, y también salir al mundo: no esperes que las cosas vengan a ti. Debes tener empuje y acercarte a la gente de distintas maneras. Es muy difícil destacar en un mercado saturado. Diría que ser humilde y tenerconfianza ayuda.
Ya hablaste un poco sobre la IA, pero ¿crees que podría reemplazar completamente la participación humana en la educación en moda?
No. En absoluto. Si eres muy hábil sin usar IA, por ejemplo, puedes notar si una pintura fue creada con IA o no. Mi temor es que la gente no llegue a ser tan hábil como ciertas generaciones formadas antes, y entonces no puedan distinguirlo; ahí es donde la IA podría volverse más dominante.
La IA, cuando se usa de la manera correcta, es una herramienta que puede ayudar y ser útil. El problema es que mucha gente depende demasiado de ella, y ese es el peligro. Es algo asombroso, pero no creo que vaya a reemplazar a muchas industrias.
¿Hay algún mito sobre el mundo de la moda o el diseño que intentes desmantelar en tus clases?
Uno de ellos es que la industria de la moda es despiadada y está llena de gente horrible. Cada industria tiene personas así, pero también hay una ola de gente con integridad, socialmente responsable, que se preocupa por el trabajo que hace y por las personas para quienes trabaja.
Hay toda una generación que realmente se interesa por la moda, el estilo de vida, las prácticas y los materiales, y eso se nota en los equipos más pequeños que emplean, donde hay una actitud más familiar.
Si tus estudiantes pudieran recordar solo una frase o un momento tuyo dentro de diez años, ¿qué te gustaría que fuera?
No sé si sería una frase, quizás más una imagen. Tal vez simplemente mirar un árbol y recordar que somos parte de algo mucho más grande. Y que la persona que te enseñó trataba de asegurarse de que recordáramos eso: que siempre somos parte de ese todo, y que diseñamos teniendo eso en cuenta, para proteger todo lo que nos rodea.
- Se graduó en el Royal College of Art en 2001, especializándose en tejidos.
- Completó una beca de investigación de dos años en diseño centrada en textiles para el bienestar, explorando materiales con fibras de cobre y proteína de leche.
- Proveniente de una familia de educadores, siempre tuvo el objetivo de enseñar y compartir el conocimiento que sintió ausente en su propia formación.
- Comenzó a enseñar en 2003. Se convirtió en académica internacional en Chelsea, Camberwell y Wimbledon College of Arts, de la University of the Arts London. Actualmente es docente senior en diseño textil tejido en Central Saint Martins.
- Dirigió su propio estudio durante unos diez años, produciendo bufandas y objetos para el hogar vendidos en galerías, tiendas y a clientes privados.
- Exhibió su trabajo en eventos importantes del Reino Unido, como 100 per cent Design, Chelsea Crafts Fair y Decorrect.
- Hace unos diez años comenzó a trabajar como consultora en sostenibilidad, ayudando a empresas a reducir el uso de agua y mejorar las condiciones laborales y de producción.
- Colaboró con el equipo de la diseñadora Carla Fernández en México, investigando y promoviendo técnicas artesanales.
- Recientemente realizó trabajo de campo en Ghana sobre residuos plásticos y reciclaje, vinculando los problemas ambientales con prácticas textiles sostenibles y tradicionales.